Cómo limpiar las brochas de maquillaje

Limpiar las brochas de maquillaje con regularidad es esencial. Si tus brochas están llenas de maquillaje, las bacterias pueden propagarse fácilmente, lo que podría provocar una serie de problemas cutáneos que van desde el acné y los puntos negros hasta la irritación general. ¡No gracias, darling!

La higiene de las brochas de maquillaje no solo es vital para la salud de la piel, sino que también facilita la aplicación del maquillaje en general, para que consigas un maquillaje MÁGICO con un acabado DE ASPECTO PERFECTO. Además, con una buena limpieza, las brochas de maquillaje duran más, con lo que ahorras dinero a la larga pues no tendrás que comprar otras pronto.

Así pues, ¿cómo se limpian correctamente las brochas de maquillaje? ¿Y con qué frecuencia deberías hacerlo? Si te preguntas: «¿cómo limpiar mis brochas de maquillaje?» y «¿cada cuánto tiempo debo limpiarlas?», sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber para mantenerlas maquillaje limpias y en condiciones higiénicas y óptimas.

Cómo limpiar las brochas de maquillaje

Limpiar las brochas de maquillaje es una tarea muy sencilla, por lo que no tienes ninguna excusa para no hacerlo. Aquí tienes la guía paso a paso de Charlotte para limpiar tus brochas de maquillaje...

PASO 1: Enjuaga las cerdas. Pon la brocha en agua tibia para eliminar cualquier resto de maquillaje. Procura no mojar el mango para que el pegamento que mantiene unido el cepillo no se desprenda con el tiempo.

PASO 2: Masajea las cerdas con el jabón. Toma el limpiador o jabón para brochas de maquillaje y frótalo suavemente en tu mano o en una alfombrilla limpia brochas. Luego, gira la brocha con movimientos circulares sobre el limpiador, asegurándote de que no se empape ni se impregne demasiado.

PASO 3: Enjuaga las cerdas. Una vez que hayas limpiado con espuma el cabezal de la brocha de maquillaje, enjuágalo hasta que el agua salga limpia. Si el agua no sale limpia, puede que tengas que repetir el proceso de lavado y enjuagado.

PASO 4: Escurre el agua. Con las manos o con una toalla de papel limpia y seca, presiona suavemente las cerdas para liberar el exceso de humedad.

PASO 5: Deja que se seque. Después de eliminar el exceso de humedad, coloca la brocha de maquillaje en posición horizontal sobre una toalla limpia durante toda la noche. Luego, ¡tu cepillo estará listo para que puedas volver a utilizarlo a la mañana siguiente!

¿No tienes mucho tiempo? Puedes darles a tus brochas un «repaso» rápido. Basta con humedecer un poco de papel de cocina en el limpiador que hayas elegido y pasar suavemente el cepillo por encima hasta que deje de soltar residuos de maquillaje. Tus brochas de maquillaje seguirán necesitando esa importantísima limpieza a fondo al menos una vez a la semana.

Consejo Tilbury: Nunca dejes que tus brochas se sequen en posición vertical en un recipiente. De lo contrario, el agua se deslizará por los mangos y el pegamento que sujeta las cerdas terminará por desprenderse.

¿Con qué frecuencia debes limpiar tus brochas de maquillaje?

Darling, lo esencial es que las brochas de maquillaje nunca se limpian con demasiada frecuencia. En un mundo ideal, las brochas de maquillaje se limpian cada vez que las uses. Sin embargo, probablemente eso no es realista para la mayoría de la gente. Estas son las recomendaciones de Charlotte sobre la frecuencia con la que debes limpiar tus brochas de maquillaje...

Brochas con productos líquidos: a diario

Las brochas impregnadas de maquillaje líquido son un caldo de cultivo para las bacterias. Asegúrate de limpiar las que estén empapadas de bases líquidas, correctores y sombras de ojos después de cada uso.

Brochas con polvos: 1 o 2 veces por semana

El maquillaje en polvo no facilita la proliferación de bacterias tan fácilmente como el maquillaje líquido, por lo que puedes permitirte limpiar las brochas con menos frecuencia. Aun así, deben lavarse como mínimo una vez a la semana.

Esponjas: a diario

Las esponjas absorben todo aquello con lo que entran en contacto, ¡y eso incluye las bacterias! Al igual que las brochas saturadas de líquidos, las esponjas de maquillaje deben limpiarse después de cada uso.

Aunque no utilices las brochas de maquillaje todos los días, es importante limpiarlas bien y con frecuencia. Si una brocha se contamina y se deja reposar unos días, las bacterias que contiene prosperarán y tu piel podría sufrir las consecuencias.

Qué usar para limpiar tus brochas de maquillaje

Lo único que necesitas para limpiar las brochas de maquillaje es agua y un jabón delicado o un limpiador de brochas de maquillaje. Existen muchos limpiadores especializados para brochas de maquillaje, pero si no tienes ninguno a la mano, puedes utilizar un jabón delicado líquido o en pastilla, un shampoo para bebés o incluso detergente líquido. Eso sí, procura evitar las fórmulas agresivas con colorantes y fragancias, ya que pueden provocar irritación y molestias en la piel. Asegúrate de enjuagar completamente el jabón antes de ponerlas a secar.

Consejo Tilbury: Nunca compartas tus brochas de maquillaje con otras personas. Las infecciones e irritaciones de la piel se contagian fácilmente.

Cómo saber que ha llegado el momento de cambiar tus brochas de maquillaje

Darling, aunque una limpieza a fondo y regular puede alargar la vida de tus brochas de maquillaje, llega un momento en que hay que tirarlas y sustituirlas.

Si las cerdas empiezan a desprenderse, deshilacharse o pierden su forma y alineación, es hora de cambiarla. Las brochas de maquillaje en mal estado hacen que sea mucho más difícil lograr un resultado perfecto.

Por suerte, las brochas de maquillaje de Charlotte se han diseñado para durar mucho tiempo sin problemas. La ICÓNICA Hollywood Complexion Brush es una brocha de maquillaje 2 en 1 que garantiza que no se caigan llas cerdas, lo que facilita la limpieza regular y permite conseguir un look de maquillaje PRECIOSO.

Consejo Tilbury: Darling, el maquillaje y la belleza no deben ser nunca una tarea pesada. Si pospones la limpieza de las brochas de maquillaje y no disfrutas del proceso, conviértelo en parte de tu ritual de belleza nocturno una noche a la semana. De este modo, tanto tu piel como tus brochas de maquillaje disfrutarán de una sesión de cuidados.